Las mochilas pueden atrapar todo tipo de olores en el interior porque a menudo están hechas de telas que no respiran bien, como el nylon y el poliéster. Una mochila puede captar olores de su entorno, su contenido, líquidos derramados e incluso la transpiración del usuario. Puede llevar algo de tiempo y un poco de grasa en el codo, pero debería poder hacer que esa mochila vuelva a oler fresca.
Las mochilas tienden a acumular olores.Paso 1
Lea atentamente las instrucciones de cuidado del fabricante de la mochila para averiguar si es lavable a máquina y si puede sumergirla en agua. Si ya no tiene las instrucciones, comuníquese con el fabricante.
Paso 2
Saque todo de su mochila y abra todos los bolsillos y compartimentos por completo. Voltee la mochila al revés. Aspírelo a fondo con un accesorio de esquina, especialmente en las esquinas y a lo largo de las costuras.
Paso 3
Deje que su mochila salga al aire libre con brisa, o en un lugar fresco, durante al menos un día.
Paso 4
Lave a mano su mochila si el olor persiste. Use una esponja o paño húmedo y un poco de detergente suave. Use un cepillo de fregar para fregar realmente todas las superficies, por dentro y por fuera, con agua jabonosa. Enjuague bien la mochila con agua limpia y fría y déjela secar.
Paso 5
Remoje su mochila si todavía tiene un mal olor y si el fabricante lo permite. Deje la mochila en remojo durante la noche en una tina llena de agua, 1/2 taza de bicarbonato de sodio y unas gotas de aceite esencial de lavanda (si lo desea).
Paso 6
Lave la mochila en la lavadora como último recurso, pero solo si el fabricante lo permite. Lave la mochila sola usando el ciclo suave. Retire las cuerdas sueltas o desmontables o los lazos antes de lavarlos. Agregue 1/2 taza de vinagre blanco a la máquina justo antes de que comience el ciclo de enjuague final.
Paso 7
Deje que su mochila se seque al aire durante al menos un día.