Las manchas de óxido son algunas de las manchas más feas y difíciles de eliminar. El aspecto elegante de la porcelana se estropea fácilmente cuando el óxido entra en escena. En detrimento de su aspecto general limpio y brillante, el óxido generalmente llega a la porcelana a través del agua dura o como un residuo de objetos metálicos ubicados cerca. Si bien estas manchas son desagradables de ver e irritantes de limpiar, no es imposible. Las manchas de óxido requieren un poco más de esfuerzo para eliminar de la porcelana, pero el resultado final es más que valioso.
Paso 1
Mezcle ½ taza de bicarbonato de sodio con ½ taza de vinagre blanco en un recipiente o balde grande. Asegúrate de tener suficiente espacio para compensar la reacción cáustica que el vinagre y el bicarbonato de sodio tienen juntos. La combinación de los dos provoca efervescencia y burbujas que pueden causar problemas.
Paso 2
Aplique la pasta al área manchada una vez que las burbujas hayan bajado. Saque la mezcla con un paño limpio y cubra toda el área para que ninguna de las manchas quede expuesta.
Paso 3
Deja que la pasta repose sobre la mancha durante una hora.
Paso 4
Enjuague la pasta con agua limpia.
Paso 5
Mezcle una segunda pasta de crema de tártaro y 3 por ciento de peróxido de hidrógeno en partes iguales. Asegúrese de hacer suficiente pasta para cubrir toda la mancha.
Paso 6
Aplique la pasta en el área afectada con un paño limpio y deje reposar en el área durante una hora.
Paso 7
Enjuague la pasta con agua limpia y frote el área con un paño suave y limpio para eliminar cualquier mancha residual.