Cómo regar palmeras

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Las palmeras (nombre botánico Aracaceae) vienen en más de 2,000 variedades, la mayoría de las cuales crecen en climas tropicales y subtropicales, aunque algunos tipos son resistentes al frío. Las palmeras necesitan fertilización especial, incluidos micronutrientes como el boro que son vitales para su salud y crecimiento. Aunque muchas personas asocian las palmeras con las condiciones del desierto, estos árboles crecen en áreas donde hay un suministro abundante de agua. Saber regar las palmeras en cada etapa de su crecimiento es crucial para su supervivencia.

El riego adecuado ayudará a su palmera a soportar condiciones estresantes.

Paso 1

Proporcione suficiente agua en el momento de la siembra cuando las palmeras son más vulnerables. Las palmas recién plantadas se deben regar una vez al día. Esto ayuda a establecer sus sistemas de raíz y a resistir el shock de trasplante. Excave un tazón alrededor de la base de la planta después de colocarlo en el suelo y llene el tazón con agua. Un árbol trasplantado de una maceta de 10 galones debe obtener 10 galones de agua en la siembra (y una maceta de 25 galones, 25 galones de agua, etc.).

Paso 2

Riegue los árboles establecidos dos o tres veces por semana en condiciones normales. Estos requieren menos riego que las palmeras recién plantadas. Cuando el clima es particularmente cálido, riegue un poco más, pero permita que el agua gotee lentamente hacia el suelo.

Paso 3

Riega la palmera al menos una vez a la semana cuando las condiciones sean secas. Las áreas en las que crecen las palmeras, como Florida, Texas y el sur de California, a menudo ven condiciones de sequía. Aunque las palmeras son tolerantes a la sequía y pueden sobrevivir bien a las estaciones secas, crecen más rápido y más saludables con un riego adecuado.

Paso 4

Reduce el riego en invierno. En muchas áreas donde crecen las palmeras, los meses de invierno son una época de temperaturas frescas y menos precipitaciones. Las palmeras crecen en los meses más calurosos y permanecen inactivas en el invierno, por lo que puede reducir el riego en octubre o noviembre. Esto le dice a la palmera que deje de crecer y se prepare para las temperaturas invernales.

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