Tanto el mármol como la lechada son superficies fáciles de limpiar cuando aplica la rutina de limpieza adecuada. Es importante encontrar ingredientes que limpien eficazmente pero que sean lo suficientemente suaves como para no dañar ninguna superficie. Hay productos de venta al por menor que limpiarán estas superficies, pero pueden ser muy caros y pueden contener ingredientes químicos nocivos que deseamos evitar. Una solución casera puede ser la alternativa perfecta.
Paso 1
Llena un balde hasta la mitad con agua tibia, usando aproximadamente un galón de agua. Asegúrese de que el agua esté tibia, ya que esto ayudará a que los ingredientes de limpieza se disuelvan más fácilmente, además de tender a aflojar cualquier residuo en la lechada.
Paso 2
Agregue cuatro cucharadas de detergente líquido para platos, o aproximadamente cuatro chorros de la botella. La clave es usar un detergente suave que levante los residuos y la acumulación sin dañar el mármol o la lechada. Un detergente suave para ropa puede ser sustituido por el detergente para platos.
Paso 3
Agregue una taza de bicarbonato de sodio al balde. Este agente de limpieza suave también desodorizará el área, haciéndolo perfecto para hogares de mascotas y áreas de baño.
Paso 4
Coloque el trapeador o la esponja en el balde y agite para absorber la solución de limpieza; luego saque el trapeador y gírelo para eliminar el exceso de agua del trapeador.
Paso 5
Trapee o pase una esponja sobre los pisos como lo haría normalmente, aplicando presión adicional a las áreas de lechada que requieren atención adicional. Repita hasta que esté satisfecho con el resultado y deje que el piso se seque al aire.
Paso 6
Para la acumulación obstinada que no se elimina fácilmente, realice un seguimiento con un poco de bicarbonato de sodio. Mientras el piso aún está húmedo, cubra el área agrupada con un abundante polvo de bicarbonato de sodio y déjelo reposar durante unos minutos.
Paso 7
Use un cepillo de dientes viejo o una herramienta similar para frotar el bicarbonato de sodio en la lechada, eliminando cualquier residuo que esté adherido a la lechada. Cuando esté satisfecho con el resultado, pase un trapeador o una esponja sobre el área una vez más para eliminar los restos sueltos y el bicarbonato de sodio.
