El radón es un gas radioactivo natural emitido por el mineral de uranio como producto de su descomposición radiactiva. El uranio está comúnmente presente en rocas ígneas (producidas volcánicamente) como el granito, y sus emisiones de radón se pueden encontrar en suelos de los 50 estados de los EE. UU.
El gas radón se libera naturalmente en el ambiente exterior, pero en el exterior es demasiado difuso para ser dañino. Es solo cuando el radón puede filtrarse en espacios confinados y establecerse allí que se convierte en un peligro para la salud. El radón también puede estar presente en el agua, especialmente el agua de pozos privados, e incluso el agua de pozos municipales puede ser una fuente de radón a menos que se trate adecuadamente. En general, el agua de fuentes superficiales como ríos, lagos o embalses no contiene radón porque el gas se disipa rápidamente cuando se mezcla con el aire libre.
La química del radón.
Químicamente, el radón es un elemento, un solo átomo. Está clasificado como un gas noble, uno de un grupo de elementos que resisten la combinación con otros elementos para formar moléculas compuestas. Eso significa que los átomos de gas radón son más pequeños que los de las moléculas de aire o agua y, por lo tanto, pueden penetrar más fácilmente en los materiales de construcción comunes, como el hormigón, láminas de plástico, paneles de yeso y paneles de madera.
Los átomos de radón son nueve veces más pesados que el aire, por lo que el gas radón busca naturalmente los niveles más bajos de un hogar. A menos que sea desplazado con una entrada de aire fresco, se acumula en estos niveles bajos de la casa, donde puede llegar a niveles peligrosos. Además de infiltrarse en su hogar a través de las paredes y los pisos, el radón obtiene acceso a través de grietas en los cimientos y donde los huecos alrededor de tuberías o accesorios no se han sellado adecuadamente.
Detección de radón en su hogar
La presencia de radón no es algo que pueda ver u oler. Solo se puede determinar mediante pruebas. Los kits de pruebas caseras de bricolaje están disponibles en muchas formas y a veces están disponibles sin costo en los municipios. Estos dispositivos de prueba caseros se conocen como pruebas pasivas. Los kits de prueba pasiva están disponibles en dos categorías: a corto y largo plazo. Las pruebas a corto plazo generalmente se dejan en su lugar durante dos a siete días. Las pruebas a largo plazo requieren de 90 días hasta un año. En cualquier caso, el propietario debe colocar el dispositivo en un área baja durante el tiempo prescrito y luego enviar la unidad expuesta a un laboratorio para su análisis. Los dispositivos pasivos, especialmente los que están configurados por solo unos pocos días, solo tienen una precisión aproximada y se usan de manera más apropiada para indicar si puede existir un problema.
Una lectura precisa y concluyente del nivel de radón en su hogar requiere un dispositivo de prueba activo. Estos dispositivos activos rastrean y registran los niveles de radón en su hogar a lo largo del tiempo y son administrados por especialistas en calidad del aire. Estos especialistas también deberían poder aconsejarle sobre los próximos pasos si la concentración de radón en su hogar resulta problemática.
Si está construyendo una nueva casa, averigüe si el radón ha sido un problema en su área. Si bien los niveles de contaminación por radón pueden variar de una casa a otra, un factor determinante es la composición del suelo y la geología de su región, por lo que la prevalencia de lecturas altas a nivel local es un fuerte indicador. Instalar un sistema de reducción de radón a medida que se construye la casa será menos costoso y probablemente más efectivo que uno agregado más tarde.
Enfrentando el peligro del radón
El nivel de radón se expresa en picocuries por litro, abreviado como pCi / L. La Agencia de Protección Ambiental recomienda que tome medidas para mitigar la contaminación por radón en su hogar si las pruebas indican niveles de 4 pCi / L o más. Naturalmente, una vez que la mitigación esté en su lugar, querrá volver a realizar la prueba.
La EPA ha estimado que el radón es responsable de aproximadamente 21,000 muertes por cáncer de pulmón por año. Después de fumar, es la segunda causa más alta de muertes por cáncer de pulmón. Los fumadores son especialmente susceptibles a los efectos de la exposición al radón, y representan alrededor del 85 por ciento de esas 21,000 muertes.
El peligro que presenta el radón proviene de la exposición prolongada a niveles inaceptablemente altos del gas. La necesidad de conocer y controlar el nivel de concentración de radón en su hogar es motivo de acción, pero no de pánico. Comience el proceso de prueba y luego, si es necesario, explore las opciones de mitigación de radón disponibles para usted. La oficina estatal de radón debería poder proporcionarle una lista de contratistas calificados.
