Las características de los árboles de neem

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Un jardinero puede tratar de amar sus plantas ornamentales por igual, pero es un orden difícil si tienes un árbol de neem (Azadirachta indica). Venerado en su India natal, el neem es un árbol de hoja perenne resistente que ofrece un atractivo frondoso, flores con aroma a miel, sombra durante todo el año y quizás la clave para un futuro de los pesticidas blandos.

Crédito: Qpicimages / iStock / Getty Images Un primer plano de las hojas y frutos del árbol de neem.

Una pieza central de jardín

Alto y frondoso, el árbol de neem se eleva a 50 a 75 pies, tiene una copa densa y es resistente en las zonas de resistencia de plantas del Departamento de Agricultura de EE. UU. 10 a 12. Cada una de sus hojas, flores y frutos tienen reflejos particulares. Las hojas, compuestas de ocho a 18 folletos, se agitan en la brisa como dedos verdes y delgados. Las flores de primavera cuelgan y se balancean en panículas de 10 pulgadas de largo de flores nevadas y de olor dulce. Se dice que los árboles de neem son polígamos porque un árbol contiene flores masculinas y bisexuales, que, con el tiempo, dan paso a drupas oliviformes.

Simple y poco exigente

Más que una simple planta de muestra, el árbol de neem proporciona mucho y solo exige un poco en un jardín. Ofrece sombra en una zona cálida con poca lluvia y es extremadamente resistente a la sequía. Prospera en casi cualquier suelo con buen drenaje, incluida arena profunda, al sol o sombra parcial y en un jardín al aire libre o contenedor en interiores. Sin embargo, se siembra tan libremente que se ha vuelto invasivo en ciertas áreas tropicales y subtropicales en África y Australia.

Un árbol generoso

Incluso sin sus características visibles, el árbol de neem tendría muchos abanicos porque ayuda a prevenir la erosión del suelo. Un árbol de neem mejora la fertilidad del suelo, neutraliza el suelo ácido y aumenta la capacidad de retención de agua del suelo, según la Red de Taxonomía de África Oriental. La madera del árbol, tan dura que resiste termitas y barrenadores, se puede utilizar para la madera. Quizás lo más importante, el aceite de las hojas, denominado aceite de neem, sirve como insecticida y fungicida botánico de amplio espectro. El aceite de neem está demostrando ser un reemplazo no tóxico para pesticidas más peligrosos y destructivos.

Repelente de insectos

El árbol de neem está prácticamente libre de plagas, y su follaje incluso repele los enjambres de langostas que diezman otras plantas en las regiones tropicales. El árbol logra esa hazaña al producir una sustancia química que protege su follaje contra los insectos masticadores de hojas. El follaje de Neem puede alejar a cientos de especies de plagas, repelerlas en lugar de matarlas, así como hongos, bacterias e incluso virus. El follaje seco del árbol también es beneficioso; Se utiliza para repeler a las polillas.

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