El metal galvanizado es el proceso de sumergirlo en una solución de zinc fundido. Una vez seco, el metal, generalmente hierro o acero, está protegido contra la corrosión y el óxido. La superficie del metal galvanizado suele ser brillante, pero con el tiempo el brillo puede volverse lechoso o turbio. Puede restaurar el brillo al metal galvanizado eliminando la acumulación que causa la nubosidad.
Paso 1
Llena un tazón con agua caliente y 1 cucharadita. de jabón para lavar platos. Sumerja el cepillo en el agua jabonosa y frote el metal galvanizado con él para eliminar la suciedad acumulada. Enjuague el metal con agua caliente. Enjuague el cepillo también.
Paso 2
Llena un tazón con una mezcla de 1 taza de talco para bebé y 2 tazas de leche. Sumerja el cepillo en la mezcla y frote el metal galvanizado con él para eliminar la turbidez de la superficie. Enjuague el metal con agua y elimine toda la mezcla.
Paso 3
Seque el metal galvanizado con una toalla. Elimina toda la humedad del metal.
Paso 4
Coloque 1 cucharadita. de esmalte metálico sobre un paño y frótelo sobre el metal galvanizado en pequeños círculos. Aplica el esmalte en el metal para protegerlo y mantenerlo brillante.